Justicia, libertad y responsabilidad, obediencia y autodeterminación, decencia y amor al prójimo, confianza en Dios y fe en el progreso, racionalidad y autoconocimiento: una compleja interacción de valores ha marcado el desarrollo de la civilización occidental. Durante dos mil años nos han indicado el camino para llevar una vida buena. Pero en el siglo XXI, el cambio de estos valores nos lleva a hacernos preguntas que esperan nuestras respuestas: ¿Siguen siendo adecuados para superar los desafíos de nuestro tiempo? ¿Debemos volver a sopesarlos, o interpretarlos de otro modo? ¿Y qué papel desempeñan «nuevos» va ...